CIEN AÑOS DE COOPERATIVISMO.
A principios del siglo XX, influida por la encíclica Rerum Novarum de León XIII, la Iglesia católica impulsó la creación de asociaciones y círculos obreros, siendo su más destacado impulsor el jesuita castellonense Antonio Vicent Dols (1837-1912).
El Círculo Católico Obrero se constituyó en Burriana el 5 de diciembre de 1883, bajo la protección de San Vicente Ferrer, después de la constitución del de Vila-real en julio de 1881 y el de Castellón en mayo de 1882. Entre los promotores del mismo ocuparon un lugar destacado los propietarios Mario Selma, Juan Ferrer y Andrés Peyrat, el médico Ramón Marchancoses y, muy especialmente el abogado y propietario Enrique Peris Enrique que sería nombrado Presidente. En el seno del Circulo, el 27 de noviembre de 1904, se constituyó el Gremio de Labradores de San Isidro con la finalidad de "formar gremios o agrupaciones encaminadas al fomento de la agricultura, industria y comercio", siendo nombrado presidente D. Enrique Peris Enrique.
El Gremio comenzó sus actividades el 15 de diciembre de 1904 con un préstamo realizado otorgado a D. José Vicent Real por importe de 12.000 pesetas. Con estos fondos alquiló un almacén, por importe 600 pts, y centró su actividad en la compra y venta a los socios de guano (abonos) y productos como el amoniaco, potasa, nitrato y superfosfatos.
Ante la inminente publicación de la Ley de Sindicatos Agrícolas en enero de 1906, con anticipación, el propio Gremio de Labradores se transformó el 25 de septiembre de 1905, en el Sindicato Agrícola Obrero de Burriana, siendo nombrado nuevamente presidente D. Enrique Peris Enrique, el mismo presidente del Gremio y el que inició la trayectoria del Circulo veintidós años antes.
El Sindicato Agrícola Obrero se ocupó de los fines materiales y de cooperación a través de la Cooperativa de Consumo de 1904, la creación de la Caja Rural del Sindicato Agrícola Obrero de Burriana de 1910, la Cooperativa de producción Naranjera, la Sección de Cultivo del Sindicato Agrícola Obrero de Burriana de 1928 y la Caja Rural del Sindicato Agrícola Obrero de 1931. Para el cumplimiento de los fines espirituales absorbió todas las tareas sociales del Circulo, salón social, biblioteca y escuelas nocturnas, convirtiéndose en uno de los sindicatos más importantes, al alcanzar la cifra de 1.309 socios en diciembre de 1909.
El Sindicato y sus Secciones fueron las que, a partir de nuevas adaptaciones estatutarias, y de conformidad con la Ley de Cooperación de 1942 y siguientes, se constituyeron en la Cooperativa Agrícola San José de Burriana y su Caja Rural de Crédito, siendo aprobado su reglamento el 30 de junio de 1944. Actualmente, el desarrollo de su actividad está regulada en la Comunidad Valenciana a través de sus Leyes de Cooperativas, siendo la primera la Ley 11/1985, Ley de Cooperativas de la Comunidad Valenciana.
Así pues, la hoy Caixa Rural Sant Josep de Burriana, Cooperativa de Crédito Valenciana, remonta su origen social a principios del siglo XX. Y a lo largo de este siglo, el sector cooperativo, como un burrianero más, ha disfrutado y sufrido épocas de esplendor del cultivo y comercio de la naranja, sus crisis productivas, crisis políticas y sociales, años de emigración, de bonanza, de crisis del monocultivo naranjero, y finalmente el creciente desarrollo urbanístico de la ciudad.
En este tiempo, en su vertiente financiera, Caixa Rural Burriana ha participado en todos y cada uno de los pequeños y grandes proyectos que se han desarrollado en la ciudad. La financiación al Ayuntamiento de las obras para la urbanización de la Plaza España y Plaza Chicharro; la pavimentación de las calles Cardenal Benlloch, Encarnación o Escorredor; el dragado del Puerto; los avales concedidos a la Comunidad de Regantes de Burriana para la realización de las principales acequias de Burriana, la construcción del Colegio de la Consolación y Villafátima, el Colegio Salesiano, los solares para el Colegio Padre Villalonga, los solares para la realización de los dos institutos de enseñanza media, IES Llombay e IES Jaume I, la financiación de las cooperativas agrícolas locales, la renovación de la flota pesquera de la ciudad, la financiación de la remodelación del Campo de Fútbol San Fernando, etc.
En el aspecto social, Caixa Rural Burriana ha contribuido decididamente al desarrollo de la ciudad, dedicando importantes presupuestos a obras benéficas, asistenciales, culturales y deportivas.