El reconocimiento profesional de Marta Garaulet tiene nombre y su mismo apellido. El Método Garaulet es, desde hace más de 30 años, un referente mundial en el ámbito de la nutrición. "Un híbrido, así lo define ella misma, entre las costumbres americanas de coach y la dieta mediterránea española".
Una dieta de la que es firme defensora. "En España jugamos con ventaja porque tenemos la dieta mediterránea que es una panacea de la alimentación saludable y la envidia de los países europeos y americanos".
Hoy, uno de sus objetivos prioritarios es la simplificación de su propio método. El proyecto Simplicity se orienta a hacer de lo sencillo la base del éxito. En síntesis, alcanzar una metodología global con un cocinado por debajo de los 15 minutos que permita comer bien y sano en cualquier lugar del mundo.
Simplicidad, junto a sostenibilidad y solidaridad vienen a ser los tres pilares que sustentan su modelo nutricional: sostenibilidad para ayudar al planeta a través de lo que comemos, solidaridad para que todos puedan acceder a la alimentación, y una cuarta 's', de salud, sin caer en los fundamentalismos.
"Comer no es un pecado, es una forma de vida", resume Garaulet quien es firme partidaria de comer de todo, "y todo es todo", pero siempre en su justa medida.
"No debemos ser talibanes de la nutrición". Alto y claro.
Una flexibilidad nutricional muy vinculada a la agenda social de la comida y a su valor como nexo entre las personas. Comer en grupo es importante, tomarte una copa de vino o comerte un bocadillo forma parte de los hábitos y de la diversión. "Todo esto cabe dentro de una dieta mediterránea actual".
Sin embargo, nada es perfecto. Tampoco en las costumbres asociadas a esta recomendable dieta. Garaulet también señala a lo largo de esta entrevista una de las costumbres a corregir como son los horarios. "Somos el país que más tarde come y cena del mundo". Su recomendación es muy concreta: comer sobre las dos de la tarde y cenar entre las ocho y media y las nueve.
Además, desmonta mitos de milagrosas formas para adelgazar, detalla propiedades de alimentos de primera necesidad, relativiza los efectos perniciosos de hábitos infantiles como comer pizza o chuches y, en suma, ofrece una amena radiografía sobre la nutrición humana sin alarmismos, pero con rigor y un conocimiento contrastado a nivel internacional.