Según el portal de "Finanzas para todos" (plan de educación financiera de la CNMV), todo presupuesto personal debe destinar, como mínimo un 10% de los ingresos totales, al ahorro. Ese porcentaje permite acumular el fondo de emergencia necesario para cubrir gastos imprevistos, ahorrar para los objetivos a corto-medio plazo (unas vacaciones, la entrada de una casa, los estudios de sus hijos, o cualquier capricho) y para planificar la jubilación. Por supuesto, cuanto más se destina al ahorro, más posibilidad tendrá para lograr sus objetivos.